viernes, 18 de noviembre de 2011

El aeropuerto de Málaga empieza a recuperar la normalidad La medida, que se produce por primera vez en la historia del aeródromo, dejó un saldo de 147

A las nueve de la noche, se abría el espacio aéreo local tras permanecer cuatro horas horas cerrado a causa de la nube volcánica. A estas horas el aeropuerto de Málaga intenta recuperar la normalidad tras una intensa jornada en la que finalmente tuvieron que cancelarse 147 vuelos, 74 de ellos por la mañana a causa de las incidencias en otros aeropuertos europeos y el resto una vez que el de Málaga tuvo que cerrar.

Los controladores aéreos más veteranos recuerdan cómo durante las inundaciones de 1989 un helicóptero iba a recogerlos al puerto para trasladarlos a la torre, ya que los accesos por carretera estaban cerrados y los aviones llegaban a volar vacíos, sin pasajeros. Ni entonces, ni durante avisos de atentados terroristas ni por accidentes el aeropuerto de Málaga se ha cerrado nunca en sus más de sesenta años de historia comercial.
Lo que ninguno de estos fenómenos ha podido -dejar fuera de servicio el espacio aéreo local- lo ha conseguido la temida nube de cenizas volcánicas procedente de Islandia, un fenómeno natural que se ha asociado con la atmósfera y los vientos para llegar desde el norte hasta el sur de Europa. Así ocurrió entre las 17.30 y las 21.00 horas de ayer, periodo durante el cual se produjeron una treintena de cancelaciones, con un saldo total de más de cien en toda la jornada.
Ello supuso dejar a unos 16.000 pasajeros en tierra, prácticamente en igual proporción de llegadas y salidas. No en vano, se trata del principal aeródromo del sur de la Península y el cuarto de España en volumen de viajeros, tras los de Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca.
Cabe diferenciar entre las operaciones que no se pudieron realizar durante la mañana -un total de 74- por problemas en otros puntos de Europa y que incluso motivaron el desvío a Málaga de dos aviones: uno procedente de Bérgamo con destino a Sevilla y otro que iba de París a Casablanca. Los que se produjeron tras la decisión de clausurar las instalaciones y durante la tarde por causas ajenas a las instalaciones malagueñas, que fueron finalmente 73.
La conexión con las ciudades de Reino Unido, el principal cliente del destino y el que más conexiones mantiene con el aeródromo malagueño, fue la más afectada. En el ámbito nacional, se interrumpieron algunos de los enlaces con ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Ceuta y Melilla. Mientras, a escala europea estaban previstas llegadas y salidas de Irlanda, Alemania, Francia, Bélgica, Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Italia y Marruecos.
Ceniza a 20.000 pies
Para encontrar la causa del cierre hay que acudir a Eurocontrol, la agencia europea que gestiona el espacio aéreo de la UE. Estas fuentes explican que la decisión está motivada por una alta concentración de cenizas en el nivel de vuelo de 0 a 20.000 pies (unos seis kilómetros) de altura en todo el arco mediterráneo andaluz. Este factor también ha obligado a cerrar el aeródromo de Granada y mantuvo fuera de servicio durante toda la mañana los de Sevilla y Jerez. A las 21.00 horas, tan pronto como el viento y la atmósfera movieron la nube de sitio, el aeropuerto pudo volver a arrancar.
Málaga iba ayer a contracorriente, puesto que la decisión de dejar de operar llegó poco antes de que el desplazamiento de la nube permitiera levantar las restricciones en el espacio aéreo entre 20.000 y 35.000 pies (de seis a diez kilómetros) por lo que las aerolíneas pudieron recuperar sus rutas habituales.
Las compañías estaban pendientes desde el pasado fin de semana de que una decisión como la adoptada podría llegar de un momento a otro. Estas instalaciones ya operaban a medio gas desde finales de la pasada semana a causa de las restricciones para ascender a la altitud habitual de los vuelos comerciales (unos diez kilómetros), y el hecho de hacerlo a un nivel inferior provocaba retrasos. A ello se sumaba la previsión del Centro de Avisos de Cenizas Volcánicas (VAAC), organismo oficial responsable de la vigilancia y predicción de este tipo de eventos con sede en Reino Unido. Esta entidad daba por hecho que a lo largo del día de ayer la nube se extendería y ocuparía toda la provincia. Se ha ganado una batalla, pero el VAAC estima que es previsible que la nube siga afectando a la Península durante buena parte de la semana.